La crisis fiscal y sus severas consecuencias se explican a menudo a partir del supuesto indiscutido de que nuestro endeudamiento es excesivo. Pocas veces este juicio de valor se acompaña de datos concretos.
Quizá sea un sesgo profesional pero creo que los problemas económicos, hasta que no se miden y cuantifican, no son más que ilusiones, ideas, humo y espejos, susceptibles de tanta manipulación interesada como convenga. Por este motivo, llevo tiempo buscando datos sobre el endeudamiento de las principales economías mundiales, que sean comparables entre sí y estén recopilados por una institución independiente. Mi búsqueda terminó la semana pasada, cuando encontré el informe: Debt and deleveraging: Uneven progress on the path to growth, publicado por el McKinsey Global Institute, que puede descargarse gratuitamente desde esta página.
Para quien no lo sepa, McKinsey&Co. es una prestigiosa firma internacional de consultoría. He tenido la oportunidad de trabajar con equipos de esta empresa y la considero una fuente solvente de información y análisis.
Voy a dedicar pues este post a hacer un comentario personal de algunas cifras de la última edición - incluye datos hasta el segundo cuatrimestre de 2011 - de este estudio. Naturalmente, cuento con la inestimable ayuda del lector imaginario que colabora conmigo en esta serie de FAQs sobre la crisis, para que me guíe con sus preguntas.