Empecemos hablando de la razón de ser de estas publicaciones. Una revista científica aporta a sus lectores:
- La capacidad de seleccionar el tema. Si quiero leer sobre medicina elijo una revista de medicina, ídem si es sobre química, economía, ....
- Filtrado de contenidos. La selección de artículos da lugar a una revisión del fondo y la forma de los artículos que garantiza unos mínimos de calidad y relevancia.
- Homogeneidad de forma. Los artículos de distintas revistas científicas se parecen entre sí porque siguen unos estándares similares: comienzan por un resumen y una introducción, incluyen bibliografía,etc.
- Evaluación crítica. Los informes de evaluación que recibe el editor se comparten con los autores, y aportan sugerencias que pueden mejorar el trabajo.
- Difusión. Cuando el artículo es publicado se difunde automáticamente entre una comunidad de lectores relevante y afín al tema.
- Se tarda mucho en publicar un trabajo. La situación varía de un campo a otro. En el que yo conozco -estadística y econometría- cada "ronda de evaluación" en una revista puede durar entre seis meses y un año. Un artículo requiere normalmente dos o tres de esta rondas antes de que ser publicado en internet ("preprint"). Por tanto, cuando hay suerte y el artículo es finalmente aceptado, pasan uno o dos años desde que se envía el artículo hasta que se publica en preprint, a los que hay que sumar un año o año y medio hasta que el artículo se publica en papel. Si el trabajo es rechazado la situación es aún peor: se han consumido entre seis meses y un año con poco o ningún avance.
- Las evaluaciones pueden resultar parciales o poco competentes, un artículo puede perjudicar a su evaluador porque critica o mejora su trabajo previo. En estas circunstancias existen incentivos para dilatar la evaluación y emitir finalmente un informe negativo. Asimismo a veces se reciben evaluaciones apresuradas o poco competentes, tanto positivas como negativas, que pesan de forma determinante en la decisión final.
- Los problemas anteriores se deben en parte a que los evaluadores están poco motivados. Hay que entenderlo: se trata de profesionales cualificados y ocupados a los que se les pide que lean un artículo y redacten un informe. Este trabajo es pesado, habitualmente no se cobra por hacerlo y no aporta prestigio académico.
Si pagas con cacahuetes, conseguirás monos.
Por otra parte, y esto es lo que más nos ocupa, el modelo de funcionamiento de estas publicaciones apenas ha cambiado en los últimos 100 años. Los avances tecnológicos y el desarrollo de la WEB social piden a gritos unas Revistas 2.0, de las que hablaremos en un nuevo post.
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