domingo, 6 de febrero de 2011

El Arbitrista sale de compras (III): por fin: la música ...

En los días pasados hemos salido juntos a comprar legalmente descargas de libros y películas. De momento nos hemos quedado con las ganas. Como compradores sofisticados que somos exigimos productos de calidad, precios razonables y una atención digital eficiente. Lamentablemente nos hemos quedado con ganas. Hasta ahora.

Le adelanto que nuestra última salida de compras será distinta de las anteriores. Si quiere saber por qué, puede seguir leyendo.

Empezaremos haciendo lo mismo que en posts anteriores: visitar fnac y pixbox. Entro en ambos sitios y busco un álbum de mis adorados Queen  - ¿qué creían? ¿que El Arbitrista sólo escucha música clásica ...? -  y me encuentro con las ofertas que se resumen en la siguiente captura de pantalla:

Por tanto: si hablamos de precio, un álbum de grandes éxitos puede conseguirse en descarga con algo más de un 40% de descuento en relación al CD físico comparable. No tengo criterio para decidir si esto es mucho o poco, pero es un ahorro sustancial. Además, si eres cliente del ADSL de Movistar, la descarga desde Pixbox te sale gratis.

En el lado negativo, los ficheros que se descargan están protegidos por un DRM bastante molesto: llevarlos de un reproductor a otro requiere oficiar una peculiar ceremonia de tecno-brujería. Quien sepa hacerlo, seguramente preferirá gastar un minuto en suprimir la protección de una vez para siempre (el DRM de contenidos musicales es bastante naïf) y ejercer con libertad el derecho de copia privada, que para eso es un derecho "de pago".

Entrando en aspectos técnicos, la localización de contenidos en páginas de música es fácil en general y los tiempos de bajada resultan razonables, dado el tamaño de la descarga. Puestos a pedir, me gustaría que la oferta incluyera ficheros flac, de alta calidad, y vídeos musicales. En fin, ¡todo se andará!

Por otra parte, en el mercado de música disponemos de alternativas sin descarga. Páginas como Spotify o Deezer ofrecen distintas opciones para escuchar música mediante streaming: gratis, con publicidad y algunas limitaciones, o eligiendo entre distintas ofertas de pago, que te permiten ir liberándote de diferentes restricciones.

La captura de imagen de la izquierda proporciona una idea general de las opciones de pago de Spotify.

A esta oferta flexible, se añade la amplitud de la oferta  - literalmente, millones de canciones de todo tipo -  y la calidad del software. En el caso de Spotify, que es el que mejor conozco, el proceso de registro e instalación puede durar un par minutos, al final de los cuales estás en condiciones de buscar y reproducir música, que es de lo que se trata. La interfaz del programa me resulta intuitiva y ofrece pasarelas para enviar contenido a redes sociales (me refiero a cosas como "likes" de facebook o listas de reproducción). Además, ofrece opciones (de pago) para reproducir el contenido offline y fórmulas para acceder a los contenidos comprados a partir de reproductores con acceso a la WEB como, por ejemplo, smartphones.

El papel de la publicidad es importante para esta fórmula la cual tiene, a su vez, ventajas relevantes como soporte publicitario. Para empezar, no es fácil omitir el anuncio, ya que se trata de clips de sonido insertados en el flujo de la sesión. En segundo lugar, la medición de audiencias es muy exacta y precisa, ya que se está enviando contenido a una cuenta concreta. Por último, se trata de publicidad cualificada, ya que Spotify solicita un cuestionario con datos personales al dar de alta la cuenta. Sin duda, este tipo de soporte imaginativo y cualificado nos enseña el futuro de la publicidad online.

El mercado nos ofrece, además de Spotify, una oferta flexible, amplia y diversificada de opciones similares que compiten en precio, calidad y nivel de servicio. Pulsando este enlace pueden consultar una lista de proveedores de música en streaming.

En resumidas cuentas. Mi conclusión final, después de estas tres salidas de compras, es que los gestores de copyright en el mercado de música han hecho los deberes e intentan seriamente hacer negocio con los internautas. Su oferta combina opciones de acceso gratuitas, que permiten captar a los clientes, con fórmulas de pago para escuchar o reproducir contenidos. En definitiva: quien piratea música es porque le ha cogido el gustillo. Con poco esfuerzo y coste puede uno consumir tanta música como quiera, mediante fórmulas modernas, flexibles y cómodas.

La historia de las descargas de cine y libros es muy distinta: veo precios abusivos, un planteamiento comercial inconsistente, incultura digital generalizada y pocas ganas de vender contenidos digitales. Mi reacción particular es que si no tienen ganas de venderme cosas yo no las tengo de comprarlas. ¡Ellos sabrán! los lectores de libros electrónicos y discos multimedia llevan muchos meses en el mercado, vendiéndose como churros; no creo que los consumidores acepten dejarlos vacíos. A algunos les resulta más fácil quejarse de la piratería e intentar legislarla que configurar una oferta aceptable, como ha hecho el sector musical. Pues con su pan se lo coman los dinosaurios, en estos meses previos a su extinción como especie.

2 comentarios:

  1. leyendome los 3 "vamonos de compras", responderé sólo a este, porque creo que es en el que puedo aportar algo útil al tema; de eso tratan los blogs, de aportar.

    El Mercado de la musica esta tan bien en la red; que te has olvidado de mencionar que el canal más usado para escuchar música es Youtube.

    programas como "atube catcher" cojen una canción de youtube, la pasan a tu pc, y desde allí, puedes convertirtela a video, audio...en cualquier formato.

    desventajas de todos los sitios; son obviamente la musica más antigua; los denominados discos raros; pero de momento para esos, simplemente hay que dirigirse si se vive en madrid a tiendas físicas como the killers.



    sin embargo yo que soy comprador habitual de cd te aseguro que de los 16 € que le valen ese disco (aun contando un ahorro del 40% del mercado), exceden con mucho el valor real del disco; obviamente no soy yo el que define ese precio, sino el tiempo (consecuencia lógica del mercado).

    otra forma de venta más lógica, y que podría aplicarse es desde la propia web del grupo; cuestión de comparar disponibilidades, costes de traslado, aduanas....pero es una opción más.

    mi teoría a la piratería es sencilla, y la he escrito por aquí alguna vez: se comienza pirateando por precios fuera de mercado, entrando en una dinámica de comportamiento rutinario; y cualquiera que sepa algo de sociología sabrá que el Español actual es muy dado a mantener costumbres, y cambiar porque le obligan, no por voluntad; bien, pues el español actual está contento, y cómodo en su situación actual; por lo que lo ideal es darle motivos para comprar en vez de piratear.

    Usted ha dado algunos, ¿se pueden dar más?

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  2. Estimado/a marketan. Tienes toda la razón: aunque el post no pretendía ser profundo, debería haber mencionado a YouTube.
    También intuyo, en la línea que comentas, que el precio de la música digital pura y dura es aún muy alto. Rascaré por ahí para ver si se me ocurre una referencia objetiva. A lo mejor en el mercado anglosajón. Me suena que por allí la cosa anda en el entorno de un dólar por descargar una canción, mientras que nosotros rondamos un euro por canción o más. Si la cosa anduviera por ahí, tendríamos una inflación injustificada del 36%, como mínimo.
    Comparto tu forma de ver la piratería y que será difícil erradicarla de nuestra sociedad. El mercado ha entrenado al consumidor a bajarse las cosas, vendiéndole aparatos reproductores sin servirle contenidos, y será difícil reconducir la situación.
    A medio plazo, cuando los gestores de contenidos se pongan las pilas y el consumidor evoluciones, creo que el mercado se segmentará de forma natural en dos partes. La gente con cierto poder adquisitivo consumirá contenidos mediante streaming a través de ofertas premium. El resto de mercado hará un "sampling" de productos a través de ofertas gratuitas y/o piratería, dependiendo de la calidad de los contenidos. El pirata de hoy será el consumidor de mañana.
    Muchas gracias por tu aportación. Creo que retocaré algunas cosas, en la línea que sugieres, para hacer un "Post 2.0". Que pases un buen día

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