miércoles, 8 de diciembre de 2010

Libros de hipertexto

Mi hija estudia 6º de primaria. Ir a recogerla al colegio me proporciona regularmente la oportunidad de transportar una mochilita de libros que pesa una tonelada. Esto me molesta por varios motivos. Uno: mi hija y yo terminaremos con chepa. Dos: en 2009 el libro de texto no universitario supuso un 27% de la facturación total por venta de libros convencionales y tan sólo un 0,7% de los ingresos por ediciones digitales. Tres: al llegar a casa resulta que nos hemos dejado el libro de "Cono", la chaqueta del chándal y un calcetín. Resumiendo: los textos escolares son la vaca lechera del sector editorial, pero resultan engorrosos e incómodos para el consumidor. En este post hablaremos de cómo puede mejorarse esta situación mediante la tecnología.

Al empezar a discurrir sobre este problema lo primero que uno piensa es que podríamos mover hardware en vez de libros, cargando las mochilitas con un ordenadorcillo apañado. Pero esto no funcionaría: los equipos actuales son demasiado pesados, costosos y frágiles.

Vamos a ver: los libros que lleva mi hija a diario pesan entre dos y tres kilos en total y cuestan unos 200 euros por curso. Entro en la WEB comercial de un conocido vendedor de informática y me encuentro con que un netbook básico con sistema operativo libre pesa algo menos de dos kilos (con cargador incluido) y cuesta entre 200 y 220 euros, mientras que una tableta sencilla, con el mismo sistema operativo cuesta entre 140 y 200 euros y pesa unos 700 gramos junto con el cargador.

Demasiado peso y demasiado dinero. Además, cualquiera que haya visto jugar a los niños con las mochilas podrá imaginarse lo que ocurriría si llevaran dentro uno de estos equipos. Por tanto, a los libros de texto en papel aún les queda un rato largo, pero mejorarían si se combinaran con una versión digital "en la nube".

Esto quiere decir que los padres seguiríamos comprando libros físicos, pero nuestro ejemplar incluiría un código único que nos permitiría acceder -gratis o previo pago-  al texto a través de la WEB. Esto evitaría mover los librillos de un sitio a otro, mejoraría su funcionalidad y no crearía problemas de derechos de autor, ya que los códigos se obtienen de los libros físicos, y cada uno de ellos permitiría un único acceso concurrente al texto.

En cuanto al formato, los libros podrían ofrecerse como un hipertexto o servirse mediante streaming. Lo primero supone convertir el libro en algo parecido a una página WEB con enlaces como este, que facilitan la navegación conectando distintas partes del texto entre sí, o bien el texto con otros recursos externos como una definición de Wikipedia, un clip de video o de sonido. Lo segundo es una tecnología cada vez más extendida, consistente en servir el texto y gráficos del libro como un flujo digital ininterrumpido desde internet.

Finalmente, tal como sugiere un lector (ver los comentarios al pié de esta entrada) la coexistencia de un libro digital con otro en papel permite que ambos tengan contenidos diferenciados. De esta forma, el libro físico estaría adaptado para su uso en clase, mientras que la versión digital se complementaría con contenidos orientados a enriquecer el estudio y trabajo personal del alumno, esto es, los famosos "deberes".

Estaría bien que los editores imaginaran formas creativas de enriquecer su producto y resolver problemas reales, de gente real. Para eso debe servir la tecnología.

Postdata: Según esta noticia de El País, por una vez he sido profeta en mi tierra.

4 comentarios:

  1. esto que usted plantea; suena verdaderamente interesante; sin embargo, yo soy Santillana; y asumo que lo del código tiene un problema.

    ¿cuando alguien compra versiones de prueba; no intenta a su vez conseguir un Keygen, para poder usarlo con asiduidad? (generador automático de claves)

    en mi caso; y puedo ser sancionado por ello; lo hago con el microsoft office; y si microsoft es un puntal en su sector (cada vez menos; gracias a Google y a Mac); ¿no podré hacerlo también con un editor de libros?

    y si lo hago; ¿para qué comprarme el original; si alguien o bien ya lo ha hecho; o bien con keygen etc. tiene el aceso a internet...

    de todas maneras; una probable solución a esta cuestión; y que reduciría las cosas; sería la clave mixta...

    ¿qué quiero decir?
    libros finos con lo esencial para la clase; y ejercicios propuestos, apendices; ilustraciones no básicas etcétera colgadas en la web previo código.

    el tema de piratear se usa porque el coste de hacerlo es mucho menor que el de no hacerlo; si se equilibran costes; se reduciría considerablemente el asunto.

    los niños de todos modos; son esponjas; y al igual que conseguir un ingles decente para mí es un esfuerzo sobrehumano; para un chaval no.
    así pasa con los ordenadores.

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  2. Creo que el problema de piratería sería pequeño si se dan tres condiciones: 1) el texto virtual coexiste con otro en papel, 2) cada código permite un único acceso simultáneo (eso desincentiva a pasar el código) y, lo más importante de todo, 3) que el coste del acceso al texto virtual sea barato.

    Me gusta mucho la idea de que el libro en papel se especialice en el uso en clase y tenga, por tanto, un contenido diferenciado. Además resolvería el problema de la piratería ya que, bajo este modelo los dos textos (físico y virtual) serían necesarios y pagarían simultáneamente al comprar el ejemplar en papel.

    Si es una idea "de código libre" me gustaría mencionarla en una versión 2.0 de este post indicando (eso sí) que procede de un lector.

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  3. hagalo pues; quizás en este país alguien lea esto; y para cuando tenga hijos esto de lo que hablamos aquí lo pueda poner en práctica.

    profundice lo que pone en su primera entrada; y hable más de lo que aporta a la sociedad el hecho de que los nuevos sistemas permitan que el diálogo no sea unidireccional; esa es la clave de que Google sea Dios actualmente.

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  4. Muchas gracias por su aportación. Acabo de revisar el post para recogerla.

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