viernes, 17 de diciembre de 2010

TecnoBolonia

En esta ocasión toca hablar sobre los planes de estudios superiores diseñados en el marco de la Declaración de Bolonia. Por lo que vamos viendo en la Universidad, desarrollar estos planes con métodos tradicionales requeriría unos recursos de los que no disponemos, por lo que no nos queda más remedio que tirar de tecnología e imaginación. En este post quiero explicar la raíz del problema y algunas soluciones que estamos ensayando.

El objetivo de la Declaración de Bolonia es facilitar la movilidad de los estudiantes en el "Espacio Europeo de Educación Superior" (EEES). Para ello, se intenta facilitar que los currículos de los alumnos de grado y postgrado de un país sean fácilmente interpretables en otros países distintos.

Un elemento central de movilidad que contempla el proceso de Bolonia es una unidad de esfuerzo compartida por todos los países del EEES: el "crédito europeo" o ECTS. Un estudiante obtiene un ECTS realizando 25 horas de trabajo personal, que debe ser objeto de supervisión y evaluación personalizada y continua por parte del profesor. En estas 25 horas se incluyen todo tipo de actividades, como clases, conferencias, seminarios, realización de trabajos, exámenes, prácticas ... Conseguir un Grado boloñés en España requiere en la mayoría de los casos realizar cuatro cursos, de 60 ECTS cada uno, lo que significa que el alumno debe trabajar al menos 6.000 horas para obtener un título de Grado.

Los datos anteriores nos permiten valorar el esfuerzo que supone la enseñanza Boloñesa, tanto para el alumno como para el profesor.

Un profesor a tiempo completo de mi Facultad cubre su dedicación docente anual impartiendo un máximo de18 ECTS, esto es, cursos que permiten obtener a cada alumno18 ECTS. En el caso de las asignaturas obligatorias, nuestros grupos tienen unos 70 alumnos de media, lo que supone que al cabo del año debemos supervisar y evaluar el resultado de 70x18x25 = 31.500 horas de trabajo personal de nuestros alumnos. Si algún lector piensa que disponemos de profesores ayudantes que colaboran en este esfuerzo, puedo decirle que, en los 25 años que llevo en la enseñanza universitaria jamás he podido contar con un ayudante. Los ayudantes pasaron a la historia. Se extinguieron. Como los trilobites.

Como pueden imaginarse, estas cifras dan lugar en la práctica a una "supervisión y evaluación personalizada" muy ligera (o inexistente) salvo que uno afile el ingenio y aplique la tecnología para replicar el milagro de los panes y los peces a la escala de nuestra boloñesa Universidad.

Algunas ideas tecnoboloñesas que estamos aplicando en la Universidad son:
  • Colgar material en la WEB. Esto es lo más básico y, afortunadamente, empieza a ser habitual. En mi caso particular llevo haciéndolo desde 2002. No quiero extenderme mucho en la idea, pero si alguien quiere ver un ejemplo práctico puede hacer clic aquí.
  • Crear un blog docente. Las páginas WEB están bien para distribuir información estática, esto es: notas de clase, exámenes resueltos o el número de despacho del profesor. En cambio un blog permite "dosificar" ese material en función del desarrollo del curso. En el caso de los grupos Bolonia, es una herramienta fantástica para indicarle a los alumnos las actividades que deben desarrollar en su tiempo de trabajo personal. Por mi parte, llevo usando blogs docentes desde el curso pasado. Quien quiera ver un ejemplo puede hacer clic aquí (este enlace apunta al post inicial de uno de mis blogs docentes) o aquí (en donde se muestra cómo un blog puede usarse para felicitar la Navidad).
  • Exámenes online. Todo profesor sabe que examinar es: (a) imprescindible hoy por hoy, (b) trabajoso, (c) mortalmente aburrido y (d) importantísimo para los estudiantes. En algunas materias la evaluación continua requiere exámenes frecuentes y, pernsando en ello, un grupo de profesores estamos realizando un proyecto de innovación docente centrado en la realización de exámenes online, esto es, cuestionarios de respuesta múltiple que se cumplimentan a través de un ordenador y se corrigen en tiempo real. En este enlace un colega explica con bastante gracia los resultados de su primera experiencia.
Esto me está quedando un poco largo. En un próximo post quiero dedicar más espacio a desarrollar estas ideas de tecnoenseñanza, que ya están funcionando en mayor o menor medida, junto con otras cosas muy locas que se me van ocurriendo y que me encantará probar en años venideros.

2 comentarios:

  1. lo más importante que se puede aplicar en la universidad, es el de tener un software "europeo" es decir, ordenadores potentes donde podamos meter muchos programas.
    pero esto genera el debate de verdad: ¿universidad de pago?...
    (si la gente que esta por estar en la universidad no estuviese, los que queremos estar, podríamos tener software en las clases)
    (si pagas por algo, lo amortizas; eso es seguro)


    con lo que hay hoy, bien se podría advertir al alumno que en la 1ª matrícula se compre un portatil de tanta capacidad con wifi, o simplemente incluirlo.
    podríamos hablar también de intentar aplicar redes sociales al asunto (si las empresas estan dentro,¿porqué no la docencia?), aplicaciones como las google aps (es un microsoft office muy muy elemental, que es singular porque PERMITE SUBIR A LA WEB CONTENIDOS QUE PUEDEN SER MODIFICADOS POR OTRAS PERSONAS EN EL PROPIO DOMINIO; tipo lo que ocurre en wikipedia, pero las variaciones al texto etc. sólo las pueden poner aquellos que tengan acceso al documento)
    esto te permite que en lugar de pen drives, cd...en la propia red puedas retocar tu trabajo de forma más eficiente y obviamente cooperativamente. (¿ideal en las clases no?)

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  2. Efectivamente, creo que desde la Universidad se puede (y se debe) hacer mucho para facilitar el acceso de los estudiantes a equipos y software adecuados, a precios reducidos.

    Desde el momento en que puedes contar con que cada estudiante tiene un ordenador portátil con acceso a Internet se abre un mundo de posibilidades innovadoras: webs, blogs, foros de discusión, wiki-tecnología ... ¡el cielo es el límite! Al fin y al cabo la función de la Universidad es crear contenidos y transmitirlos, y esto es algo que la tecnología hace bastante bien.

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